¿Qué hay en mi vino?!
Todo lo que necesitas saber sobre los ingredientes que puede contener tu vino y sobre la enología, la ciencia de hacer buenos vinos.
La estabilización es asegurarse de que el vino presente en la botella no cambie con el tiempo. Escuchen al Master of Wine Pietro Russo hablarnos de ello.
¿Sabías que una copa de vino contiene más de 600 compuestos? Agua, alcohol, ácido, azúcar y muchos más. Todos estos elementos deben estar en armonía. Ahí es donde entra en juego la estabilización. La estabilización es asegurarse de que el vino presente en la botella no cambie con el tiempo.
Mantiene el vino limpio, sin turbidez ni depósitos, estable en aromas y sabor, y a salvo de fermentaciones indeseadas. Es el último paso para garantizar la calidad de un vino una vez embotellado, incluso durante décadas.
Pese a ser inofensivos, defectos como los sedimentos, la turbidez, o los cristales de tartrato pueden preocupar a los consumidores, que se llevan una mala impresión.
La estabilización preserva la claridad y equilibrio del vino, evita sabores inadecuados y fermentaciones indeseadas, y mantiene el vino fiel a su carácter con el paso del tiempo.
Los enólogos tienen diferentes opciones para estabilizar un vino. Estabilización en frío refrigerando el vino para evitar los depósitos de tartrato en la botella. Filtración y control antimicrobiano evitar el deterioro microbiano por levaduras y bacterias. Goma arábiga y otros estabilizantes naturales para mejorar la claridad y la sensación en boca. Y el control de temperatura, que es esencial a largo plazo en un vino.
En conclusión, estabilizar un vino garantiza que se mantenga fiel a la visión del enólogo, de la bodega a la mesa.
Todo lo que necesitas saber sobre los ingredientes que puede contener tu vino y sobre la enología, la ciencia de hacer buenos vinos.
La ciencia del buen vino